Mutua Tolerancia y Convivencia

     
  En muchos casos los organismos viven juntos y se toleran mutuamente, sin hacerse daño. En este caso la relación se denomina sinequia. Por ejemplo, existen aves que anidan cerca de nidos de avispa, como el shipilico o papamoscas amarillo (Tyrannus melancholicus, Tyrannidae). Otros animales conviven en la misma madriguera con otras especies, tolerándose. Se dice que la serpiente shushupe y el majaz de la selva viven en la misma madriguera sin causarse daño.

En otros casos varios tipos de plantas crecen sobre otras y las utilizan como soporte, favorecidas por la materia orgánica que se acumula sobre los troncos y ramas de la portadora. En este caso la relación se denomina epifitismo. Son muy conocidos los casos de epifitismo en las bromelias o achupallas, orquídeas, musgos y líquenes, que viven sobre árboles.

La relación puede ser más estrecha como cuando una especie vive en los espacios corporales de otra. Ciertas hormigas tropicales viven en huecos de árboles (cetico, tangarana) y defienden a su árbol hospedero. Algunos peces viven dentro de los pepinos de mar (Holoturoideos), sin parasitarios ni producirles daño alguno.

Cuando una especie se deja transportar temporalmente por otra, la relación se denomina foresia. Son conocidos los casos de ácaros que se prenden de insectos para dejarse transportar; la larva del coleóptero Meloe se prende de abejas para llegar a la colmena y continuar allí su desarrollo.

La relación mutua en que una especie participa de¡ alimento de otra se denomina comensalismo. Estos casos son muy frecuentes. Los pumas cazan la presa (vicuña, taruca) y los zorros y los cóndores consumen los restos; el pelícano pesca y la gaviota le arrebata la presa, hasta posándose sobre su cabeza; los humanos conviven con las moscas y las cucarachas, que se alimentan de los restos que ellos dejan. Existen hormigas "ganaderas", que cuidan a pulgones de plantas, los cuales a su vez producen un líquido dulce, que sirve de alimento a aquellas. Ciertos comensales acompañan al cazador para participar de su alimento.

Una forma especial de relación entre dos especies es la formación de agallas, que son proliferaciones de tejidos en las plantas provocadas por organismos extraños, tanto plantas como animales. Muy comunes son las agallas provocadas por insectos (avispas, moscas, hormigas) en las ramas y hojas de plantas, que pueden transformarse en una plaga y afectar a la planta. Las avispas, moscas y hormigas se introducen en el tejido de la planta o ponen allí sus huevos, y la planta reacciona formando una especie de tumor o proliferación de tejidos, para defenderse de la agresión. Generalmente, las agallas indican una relación trófica entre la planta y el organismo, estando entre el parasitismo y la simbiosis. Las larvas se alimentan del tejido vegetal de la agalla, sin afectar a otras partes de la planta.
 
     

             
 
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