La Materia Orgánica del Suelo

     
  La materia orgánica es esencial para la fertilidad y la buena producción agropecuaria. Los suelos sin materia orgánica son suelos pobres y de características físicas inadecuadas para el crecimiento de las plantas.

Cualquier residuo vegetal o animal es materia orgánica, y su descomposición lo transforma en materiales importantes en la composición del suelo y en la producción de plantas. La materia orgánica bruta es descompuesta por microorganismos y transformada en materia adecuada para el crecimiento de las plantas y que se conoce como humus. El humus es un estado de descomposición de la materia orgánica, o sea, es materia orgánica no totalmente descompuesta.

Tiene esencialmente las siguientes características:

· Es insoluble en agua y evita el lavado de los suelos y la pérdida de nutrientes.

· Tiene una alta capacidad de absorción y retención de agua. Absorbe varias veces su propio peso en agua y la retiene, evitando la desecación del suelo.

· Mejora las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos. Los suaviza; permite una aereación adecuada; aumenta la porosidad y la infiltración de agua, entre otros. Es una fuente importante de nutrientes, a través de los procesos de descomposición con la participación de bacterias y hongos, especialmente. Absorbe nutrientes disponibles, los fija y los pone a disposición de las plantas. Fija especialmente nitrógeno (NO3 , NH4), fósforo (P04) calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K), sodio (Na) y otros. Mantiene la vida de los organismos del suelo, esenciales para los procesos de renovación del recurso.

· Aumenta la productividad de los cultivos en más del 100 % si a los suelos pobres se les aplica materia orgánica.

¿SABÍAS QUÉ?

Las fuentes más importantes de materia orgánica para los suelos son los abonos verdes, los residuos de cosechas, el estiércol y la turba.



Los abonos verdes son cultivos con el propósito de enterrarlos para proveer de materia orgánica. La gradual descomposición de la materia orgánica provee de nutrientes; mejora la textura del suelo; evita la pérdida por lavado, y retiene el agua. Hay especies especialmente recomendadas como la crotalaria, el kudzu, la alfalfa y algunas otras.

Los residuos de cosechas comprenden los rastrojos de los cultivos. En el Perú existe la pésima costumbre de quemar los rastrojos y de esta manera se priva a los suelos de la materia orgánica necesaria.

El uso de estiércol o guano de animales es una práctica muy arraigada. Su aplicación muestra efectos positivos en los cultivos, especialmente los intensivos.

En el país existen yacimientos de turba, especialmente en la Sierra, cuyo uso se está difundiendo para fines de jardinería y cultivos en invernaderos. Las turberas son acumulaciones de materia vegetal en zonas pantanosas y que pueden llegar a varios metros de profundidad.

En la actualidad se está difundiendo la producción del humus de lombriz a través de la lombricultura.

EN CONCLUSIÓN

Una cosa debe evitarse de todas maneras: quemar la materia orgánica de los campos, porque los empobrecemos y ocasionamos un tremendo daño a la producción agrícola.


 
     

             
 
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