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Las plantas para crecer necesitan de nutrientes
en proporciones variables para completar su ciclo de vida y para su nutrición.
En las plantas se han encontrado unos 50 elementos, pero sólo 16
han sido determinados como esenciales. Para que un suelo produzca adecuadamente
un cultivo debe abastecer a la planta de los nutrientes en cantidad necesaria
y en un balance proporcional con los otros elementos. En los ambientes naturales
las plantas se adaptan a las condiciones de nutrientes y las diversas formaciones
vegetales tienen que ver con la disponibilidad de los mismos. En cambio,
en la agricultura moderna se deben emplear técnicas de aporte de
nutrientes para garantizar buenas cosechas.
Cada tipo de nutriente ejerce una función en la planta y su deficiencia
es detectable, a veces a simple vista.
El nitrógeno da color verde oscuro
a las plantas, y favorece el desarrollo vegetativo y la suculencia. Forma
parte del protoplasma celular y constituye las proteínas, la clorofila,
los nucleótidos, los alcaloides, las enzimas, las hormonas y las
vitaminas. Es absorbido en forma de iones de amonio y nitrato. Interactúa
con el fósforo, el potasio y el calcio. El fósforo
fomenta la formación de raíces, y estimula la floración
y la formación de la semilla. Forma parte de la célula, de
los nucleótidos, de las lecitinas y de las enzimas. El potasio
da resistencia a las enfermedades, a las heladas y a la falta de agua. Participa
en la fotosíntesis, en la producción de carbohidratos (azúcar,
almidón), en el desarrollo de tubérculos y raíces,
en la síntesis y activación de proteínas.
El calcio es componente de la pared celular
y juega un rol importante en la estructura, la permeabilidad de la membrana
celular y en la selectividad de la absorción. Es importante, también,
porque promueve la descomposición de la materia orgánica y
neutraliza los ácidos, mejorando la estructura del suelo. El magnesio
es parte de la clorofila. Las plantas con deficiencia manifiestan clorosis,
o sea, amarillamiento de las hojas. Es activador de enzimas y favorece la
formación de azúcares. El azufre
es parte de las proteínas y de las enzimas. Promueve la formación
de nódulos en las raíces de las leguminosas. El boro
tiene una función importante en la translocación de los azúcares
y en el metabolismo de los carbohidratos.
El cloro es activador de la producción
de oxígeno en la fotosíntesis. El cobre
participa en la regulación de la actividad respiratoria mediante
la catálisis de las enzimas oxidantes y de reducción. El fierro
participa en la fotosíntesis. El manganeso,
cuando es deficiente, produce clorosis, porque está relacionado con
los procesos de fotosíntesis. El molibdeno
está asociado al metabolismo del nitrógeno. El zinc
participa en reacciones enzimáticas.
¿SABÍAS
QUÉ? |
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Las cosechas extraen nutrientes del suelo en forma variable
según los cultivos. Los nutrientes extraídos
deben ser repuestos continuamente para evitar el empobrecimiento
o la pérdida de la fertilidad. Esta reposición
se realiza mediante el aporte de abonos naturales (materia
orgánica, guano) y fertilizantes químicos.
Los fertilizantes químicos deben aplicarse según
las necesidades de los cultivos, pues de otra manera surgen
problemas de contaminación y degradación de
los suelos. |
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