Conservación del Recurso Flora

     
  A fin de corregir los problemas anteriormente mencionados y prevenir desastres en el futuro se hace necesario conservar el recurso flora mediante acciones de diverso tipo.

1. Educar a la población:
Desde las escuelas debe educarse a la población en corregir los graves problemas que afectan a la flora y la vegetación en el país. Esta educación debe orientarse especialmente hacia los siguientes aspectos:

· Los beneficios de las plantas, la cobertura vegetal y los bosques.
· Erradicar la costumbre de producir incendios forestales de amplias repercusiones sobre la cobertura vegetal.
· Fomento de la reforestación y de las inmensas posibilidades del recurso desde el punto de vista económico.

2. Controlar la tala y quema indiscriminadas de la vegetación:
El uso del fuego, sin control, es altamente destructivo y debe ser considerado como un acto criminal. Debe erradicarse la pésima costumbre de quemar las laderas, los pastos y otras prácticas que merman paulatinamente la cobertura vegetal.

3. Proteger los bosques ubicados en tierras de aptitud forestal (F) y de protección (X):
No se debe permitir el asentamiento de agricultores en tierras no aptas para fines agropecuarios. Para este fin debe ordenarse el espacio y determinar las tierras intangibles en cada distrito y provincia. El Ministerio de Agricultura, las Regiones y los Municipios tienen una muy alta responsabilidad en este sentido, en cumplimiento de los mandatos constitucionales y las leyes nacionales.

4. Manejar los bosques:
Permitir sólo la extracción planificada de los recursos forestales y la regeneración consecuente de los mismos, con técnica y disciplina. Hoy predomina un desorden casi total en este sentido. Las áreas de manejo forestal deben ser ubicadas adecuadamente.

5. Ejecutar programas de reforestación en las áreas degradadas y erosionadas:
La reforestación en dichas áreas traerá amplios beneficios como el control de la erosión, recuperación de suelos, producción de madera y leña, ocupación de mano de obra, etc.

6. Fomento y conservación de áreas verdes y zonas boscosas:
Esto es especialmente importante en las ciudades y cerca de ellas con fines recreacionales y descontaminantes.

7. Evitar y controlar la contaminación:
En diversos lugares la contaminación del aire, del suelo y de las aguas destruye la cobertura vegetal. Cabe recordar la nociva influencia de los humos de la fundición de La Oroya (Junín), que han destruido miles de hectáreas de pastos naturales, y la contaminación de la fundición de Ilo (Moquegua), que afectan a la vegetación de los valles cercanos. Igualmente la contaminación del agua afecta a la flora acuática de los ríos y del mar.

EN CONCLUSIÓN

El Perú no puede seguir quemando al año cerca de 250 000 ha de bosques y decenas de miles de ha de pastos naturales. Las consecuencias de esta actitud son tremendamente impactantes sobre los recursos hídricos y sobre el medio ambiente en su conjunto, afectando las cuencas de los ríos y desatando procesos erosivos graves.


 
     

             
 
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