Asociación Indispensable de Beneficios Mutuos |
Cuando dos organismos viven permanentemente
juntos y se favorecen mutuamente, con un grado de dependencia muy variable,
y pertenecen a especies o grupos sistemáticos muy distintos la relación
se denomina simbiosis (del griego sim =
juntos y bios = vida). Esta forma de cooperación mutua está
muy difundida en la naturaleza. Las simbiosis intracelulares con algas se presentan entre invertebrados acuáticos y algas. Los animales hospederos viven en parte de la absorción de las algas muertas y utilizan el oxígeno producido por éstas; las algas, en cambio, aprovechan el CO2 producido por los animales. Los líquenes son una simbiosis entre un hongo y un alga. En este caso el alga produce oxígeno y materia vegetal, porque tiene capacidad fotosintética, y el hongo aprovecha el oxígeno y la materia vegetal de¡ alga, mientras el alga aprovecha la humedad captada por el hongo y vive de sus detritos. La asociación es tan fuerte que ninguno de los dos puede existir en forma separada del otro, y han formado un grupo taxonómico especial de plantas. En las plantas superiores es común la simbiosis con hongos y bacterias. Ciertos hongos (Mycorrhiza) rodean las raíces de árboles y penetran en las capas celulares externas, proveyendo al árbol de agua y sales, y aprovechando la savia, siendo imprescindibles para el crecimiento. En las leguminosas son característicos los nódulos en las raíces, que albergan bacterias (Rhizobium), capaces de captar nitrógeno de¡ aire y hacerlo aprovechable para las plantas, pudiendo estas crecer en suelos pobres en dicho elemento. Esta relación es tan importante que casi todas las proteínas vegetales provienen de este tipo de cooperación. Los helechos acuáticos del género Azolla, muy comunes en lagunas y pantanos de todo el país, están asociados a un alga (Anabaena) fijadora de nitrógeno, por lo que son utilizados como mejoradores del suelo y como forraje. Las simbiosis en el intestino con bacterias y protozoarios para digerir ciertas sustancias son muy comunes. Las bacterias cooperan en la digestión de los alimentos, siendo imprescindibles aquellas que, con ayuda de enzimas, logran descomponer las fibras vegetales y las hacen absorbibles, ubicándose en los intestinos y ciegos de vertebrados (equinos, roedores y muchas aves) y en la panza de los rumiantes (vacas, por ejemplo). La misma función cumplen ciertos protozoarios (flagelados y ciliados, como los Entodinium) en el intestino de termitos y comejenes para digerir la madera. Los casos de simbiosis entre animales y plantas superiores se producen generalmente para alimentar a aquellos y para la reproducción de éstas. La relación más clara es aquella entre animales polinizadores (abejas, mariposas, picadores, murciélagos, etc.) y las plantas con flores. Estas están estructuradas en tal forma que al extraerse el néctar y el polen, una parte de éste es transportado a otras flores para polinizarlas. La atracción para los polinizadores se produce por colores y olores. Ciertas plantas no logran reproducirse si no cuentan con el polinizador específico: si este se extingue la planta también se extinguirá. La simbiosis entre animales también se presenta. Por ejemplo, hay cangrejos que conviven con anémonas de mar para protegerse y otros dejan crecer sobre su caparazón esponjas y ascidias para protegerse y camuflarse. El ser humano también tiene relaciones simbióticas con bacterias, que viven en el Intestino y ayudan a digerir los alimentos. Al tomar antibióticos se destruye esta "flora Intestinal" y se perturba el proceso digestivo. |
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