El Ruido y la Salud

     
  El sonido es cualquier vibración de las moléculas del aire (ondas sonoras) percibido por el órgano del oído al ejercer presión sobre el tímpano, y que es transmitida a través del oído interno al cerebro. Es posible medirlo por la presión diferente del aire sobre una membrana de un instrumento. La unidad de medida es el decibel (dB).

El ruido es un sonido molesto no deseado por una persona, y que al producirse ejerce influencia perturbadora sobre la misma.

Los ruidos forman parte de la contaminación auditiva y su origen está en varias fuentes:

· Tráfico automotor:
ruido generado por los vehículos motorizados en lugares de tráfico intenso (ciudades, autopistas).

· Industria y comercio:
ruidos producidos por las fábricas y las actividades comerciales (concentración de personas, carga y descarga).

· Doméstico y residencial:
originado por las actividades caseras (fiestas, caminar ruidosamente, aparatos caseros, etc.).

· Construcción y demolición:
originado por las actividades de construir edificios (albañilería, grúas) y de demolición (martillos mecánicos y similares).

· Propaganda:
producido por el peritoneo y actividades similares.

· Transporte aéreo:
originado en los aeropuertos por el aterrizaje y despegue de aeronaves.

· Electrónicos:
de diverso origen y para múltiples fines. En algunos casos se trata de ultrasonido, que, aunque no se perciba, puede ser perjudicial.

La influencia del ruido sobre la persona depende del ambiente, de la personalidad (características fisiológicas y sicológicas) y del estímulo (frecuencia, intensidad, duración y momento). Sin embargo, a partir de los 130 dB produce dolor y a partir de los 180 dB es mortal.

El ruido es responsable de una serie de molestias que influyen sobre la calidad de vida y el rendimiento de las personas. Las principales molestias son la falta de concentración, la perturbación del trabajo, del descanso, del sueño y de las comunicaciones personales, y puede dañar la audición y la agudeza del oído.

Los nudos producen reacciones fisiológicas en el organismo: tensión muscular; aumento de la presión sanguínea, apertura de las pupilas, cansancio por falta de sueño y susto, en caso de explosiones.

La exposición continua a ruidos intensos (fábricas con maquinarias ruidosas, música intensa) conduce a situaciones de sordera y pérdida de la agudeza del oído en forma irreversible.

La causa está en que la excitación continua de las células auditivas las destruye, porque el consumo de oxígeno de las mismas es superior al aporte por el flujo sanguíneo. La falta de oxígeno produce la muerte de la células auditivas, que no se regeneran. Se ha detectado que el 63% de los trabajadores de la industria metalmecánica sufren de sordera parcial y han perdido agudeza auditiva durante una exposición prolongada a ruidos de 90 dB.

EN CONCLUSIÓN

La música a alto volumen (fiestas muy ruidosas) y el llevar audífonos para escucharla en forma continua también hace perder gradualmente la agudeza del oído.

Las ciudades y centros industriales modernos son generadores de múltiples ruidos. A pesar de que existe un alto grado de adaptación a los ruidos, los de carácter irregular y muy fuerte contribuyen a generar las "enfermedades de la civilización", expresadas en estrés, nerviosismo, hipertensión e insomnio.


 
     

             
 
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