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La conservación de los recursos naturales es de fundamental importancia
para mantener la base productiva del país y los procesos ecológicos
esenciales que garanticen la vida.
En lo referente a los recursos naturales no renovables
o agotables, se deben tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
· Evitar el despilfarro, o sea,
reservar recursos suficientes para el futuro. Con demasiada frecuencia,
y por la urgencia de obtener ganancias, no se planifica un uso prudente
de estos recursos, con una visión hacia el futuro.
· Evitar que su uso tenga consecuencias
negativas para el medio ambiente, el hombre y otros recursos. Este aspecto
se refiere esencialmente a evitar la contaminación ambiental. Con
frecuencia, los impactos sobre el ambiente y otros recursos naturales
(agua, aire, suelo, diversidad biológica) son tan intensos que
disminuyen la rentabilidad a futuro por la explotación de los recursos
no renovables.
En lo referente a los recursos naturales renovables,
las prioridades deben estar orientadas a mantener la base productiva mediante
un manejo de los mismos, que implica utilizarlos con prácticas
que eviten el deterioro y regenerar los que están degradados. En
este sentido, es de altísima prioridad en el país:
1. Manejar los recursos marinos y evitar la explotación irracional
que reduzca los stocks disponibles. Casos como la sobreexplotación
de la anchoveta y la reducción drástica de las poblaciones
de lobos marinos y aves guaneras no deben repetirse. El mar y sus recursos
son una fuente inagotable de alimentos y recursos, si se manejan técnicamente.
2. Manejar los recursos hidrobiológicos de las aguas continentales.
Son de alta prioridad el manejo del camarón de río en la
costa, los espejos de agua de la sierra y los recursos pesquemos en la
Amazonía. El desarrollo y la difusión de técnicas
de acuicultura y el control de la contaminación de las aguas son
de suma importancia a futuro.
3. La conservación de las tierras agrícolas es una
de las necesidades más urgentes por su escasez y los procesos de
deterioro en curso, que están comprometiendo la seguridad alimentarla.
4. La conservación del agua, especialmente en la costa,
en las vertientes occidentales y en la sierra es otro aspecto de extrema
urgencia. El manejo del agua debe tener dos aspectos prioritarios: el
manejo integral de las cuencas y el control de la contaminación
ambiental.
5. La conservación de la cobertura vegetal en la costa y
la sierra es no menos urgente. En estas regiones se hace necesario contar
con agresivos programas de reforestación, de urgencia para la conservación
de las cuencas y para generar recursos forestales a futuro. El manejo
de las pasturas altoandinas es extremadamente urgente para evitar la erosión.
6. El ordenamiento o zonificación del espacio en la selva alta
y en la selva baja, para el uso ordenado de los recursos y la protección
de las comunidades indígenas. Aquí prevalece un desorden
muy peligroso, que es causa de tensiones sociales y de despilfarro de
recursos.
7. La conservación de la diversidad biológica de
las especies, los recursos genéticos y los ecosistemas representativos
es una necesidad impostergable. El Perú no puede seguir perdiendo
sus recursos vivos, que son fuente de beneficios económicos (alimentos,
turismo, cultivos, materias primas, medicinas, etc.), culturales y científicos. |
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