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Si sometemos a un somero análisis la situación actual del
Perú, tomando como referencia los cinco objetivos antes enumerados,
el balance no es nada favorable.
1. La paz en nuestra sociedad está perturbada. La armonía
entre todos los habitantes está aún lejos de lograrse; la
violencia es muy alta y la seguridad para los ciudadanos es un anhelo
lejano.
2. La justicia social y económica es deficiente. No se reconocen
en la práctica los derechos a cada persona y los ciudadanos son
poco conscientes de sus deberes, por eso no los cumplen a plenitud.
3. El bienestar económico para todos no se ha logrado, y
cerca del 50% de la población vive en pobreza extrema, vale decir,
no logra satisfacer sus necesidades básicas de alimentación,
vestido, vivienda, educación, cultura y recreación. Por
otra parte, la distribución de la riqueza en forma justa está
aún muy lejos de lograrse.
4. La democracia para todos tampoco se ha logrado. Por una parte,
existe una alta deficiencia en la participación real de todos los
ciudadanos en la toma de decisiones, y, por otra, las minorías
son marginadas y se desconoce en la práctica la diversidad cultural.
5. La conservación de los recursos del medio ambiente, que
son la base de la sustentabilidad económica, es sumamente preocupante.
La destrucción de la base productiva de la naturaleza y la lucha
por acceder a los recursos naturales (tierras, agua, bosques, etc.) son
agudas y tienden a agudizarse.
Al respecto, valgan algunos comentarios y datos ilustrativos.
· Los suelos,
base de la producción alimentarla del país, son muy limitados
y se están deteriorando alarmantemente. Sólo el crecimiento
urbano de Lima, a partir de 1950, ha ocupado 23 000 ha de tierras agrícolas.
Igual fenómeno está sucediendo en las grandes ciudades costeras
y en algunas de la sierra, corno Huancayo y Cusco. Por otra parte, un
alto porcentaje de las mejores tierras agrícolas están afectadas
por procesos de erosión y salinización.
· La contaminación
ambiental tiene una influencia negativa en la productividad de
los ecosistemas. La contaminación del mar está mermando
la producción de especies marinas, especialmente en las costas
del sur del país por los relaves mineros. La contaminación
de ríos y lagos ha comprometido la producción de peces y
otras especies en la costa y la sierra. La contaminación de la
atmósfera por los humos venenosos en La Oroya y en Ilo, ha causado
y está causando graves problemas a la ganadería y a la agricultura.
Alrededor de La Oroya se han quemado cerca de 300 000 ha de pastos naturales
altoandinos. En Ilo, los humos de la fundición de cobre afectan
los cultivos en los valles de Moquegua y del Tambo. La contaminación
de los ríos amazónicos por la extracción petrolera
también está causando problemas a las pesquerías
locales.
· La extinción
y la merma en las poblaciones de las especies silvestres de fauna y flora
debilita el abastecimiento de materias primas para la industria. Tal es
el caso de las especies marinas, de las especies de madera fina y de la
fauna silvestre.
· Las variedades de plantas de
cultivo, de plantas forrajeras, de árboles madereros, de camélidos
y de otras especies domésticas, así como de sus parientes
silvestres, está en deterioro acelerado por la erosión
genética. El país es el más rico del mundo
en recursos genéticos y los está perdiendo.
· El patrimonio
natural está siendo destruido sin ninguna restricción.
La lista de plantas y animales en extinción va en crecimiento;
no se tiene un inventario acucioso de la diversidad biológica y
ecosistemas únicos están siendo depredados. Las zonas protegidas
están siendo invadidas y transformadas. |
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