|
Existen algunas experiencias exitosas y en proceso de implementación,
que cabe señalar como ejemplos de lo que se puede lograr con el
ordenamiento del espacio y la zonificación.
El valle del Palcazu, en la Amazonía central del Perú, constituye
un ejemplo de lo que se puede lograr previo a un proyecto de construcción
de la carretera y a nivel de un espacio bastante limitado (400 000 ha).
En 1980, el Gobierno de Perú decidió integrar, a través
de una red vial, cerca de 5 millones de ha de la Amazonía central
en el piedemonte andino (valles del Pachitea, Pichis, Palcazu y Perené).
Para ejecutar el plan se recurrió al financiamiento internacional
del Banco Mundial (valle del Perené), del BID (valle del Pichis),
de Bélgica (valle del Pachitea) y de USAID (valle del Palcazu).
En 1981, USAID y el Gobierno de Perú convocaron a un equipo multidisciplinario
para hacer el plan de desarrollo para el valle del Palcazu. Una de las
recomendaciones fue hacer una zonificación u ordenamiento previo,
antes de la construcción de la carretera al valle, y que comprendía
ciertas condiciones muy sencillas:
· Evaluar los recursos naturales
del valle para sentar las bases de un desarrollo futuro. Se evaluaron
los recursos forestales, la hidrología, el clima, la aptitud de
las tierras, la biodiversidad y los aspectos sociales, entre otros.
· Sanear la tenencia de la tierra
de las comunidades nativas (etnia yanesha o amuesha) y de los colonos
asentados.
· Establecer áreas de protección
de la biodiversidad y de las zonas no aptas para fines de manejo agropecuario
y forestal.
Después de 12 años de ejecución del proyecto se han
obtenido experiencias valiosas y se logró, por primera vez en el
Perú, un ordenamiento para el desarrollo. En resumen, las experiencias
obtenidas son las siguientes:
· Protección de las cuencas
altas del valle y de la diversidad biológica con el establecimiento
del Parque Nacional Yanachaga-Chemillén (1 22 000 ha) y del Bosque
de Protección San Matías-San Carlos (145 818 ha).
· Titulación de tierras de todas las comunidades nativas
yanesha del valle, y de los colonos establecidos antes de la llegada de
la carretera. De esta manera se evitaron los conflictos y la migración
desordenada de nuevos colonos hacia el área.
· Para garantizar las tierras ancestrales
de recolección de productos de la etnia yanesha, se estableció
la Reserva Comunal Yanesha, limítrofe con sus tierras tituladas
de uso agropecuario y forestal. En la actualidad se está delimitando
la Reserva Comunal de El Sira para el grupo ashaninka.
El resultado fue positivo, ya que, al llegar la carretera, no se repitió
lo sucedido en todas las demás colonizaciones; como en los valles
de Pichis, Pachitea y Perené, en donde los nuevos migrantes arrollaron
el sistema establecido. Los habitantes del valle conocían sus derechos
y tenían propiedad sobre la tierra, apoyando las medidas de ocupación
ordenada. Cuando una autoridad política organizó la invasión
de parte del Parque Nacional y de la Reserva Comunal, los mismos pobladores
colaboraron para que se respetasen las áreas establecidas de protección
de las cuencas altas.
El modelo se extendió a los valles contiguos, y hoy la provincia
de Oxaparnpa ofrece, por primera vez en el Perú, un esquema organizado
para el uso de sus recursos naturales y la conservación de las
comunidades indígenas y de las cuencas altas de los ríos.
Este modelo debería repetirse en otras zonas del país. |
|